El 16 de diciembre organizamos en colaboración con el Colegio Oficial de Doctores y Licenciados una mesa redonda en Barcelona. Dicho acto supuso, además, nuestra presentación pública en Cataluña.
Tal como habíamos hecho un poco antes en Burgos, quisimos crear un espacio de encuentro y de diálogo con destacados profesionales locales de la educación en torno a las claves para fortalecer la profesión docente. En esta ocasión, tuvimos la suerte de contar con la participación de Jacint Bassó, Claustre Besora, Josep Otón y Francina Martí. El vicedecano del Colegio de Doctores y Licenciados de Cataluña, Jacint Bassó, dio la bienvenida a todos los asistentes y situó el tema “Claves para fortalecer la profesión docente” dentro del debate educativo actual y en relación a las líneas de actuación del Colegio.
Claustre Besora, maestra del equipo de gestión de Centros Gabrielistas, habló sobre las necesidades del profesorado y sobre el modo de abordarlas. La necesidad de saber, de la formación entre iguales y de la formación a lo largo de toda la vida; la de aprender con otros y la de compartir la práctica profesional; la de evaluar con criterios cualitativos y a partir de la crítica amistosa; y la de reconocimiento: la confianza de la escuela, de las familias y de la sociedad es clave para que el profesorado pueda desempeñar en condiciones óptimas su trabajo.
Josep Otón, catedrático de secundaria y doctor en historia, quiso redirigir el sentido de las quejas habituales en el terreno educativo hacia una reivindicación plenamente profesional. Otón habló de la instrumentalización de la educación para fines políticos y del divorcio que parece existir entre los profesionales y los expertos, preguntándose cómo es posible que en no pocos congresos del sector no figuren ponentes vinculados directamente al aula y a la práctica diaria. Es de ahí de donde deben partir las decisiones y los cambios importantes.
Francina Martí aportó su visión como profesora de secundaria en un instituto y como presidenta de la asociación de maestros Rosa Sensat para definir la profesión docente como una profesión compleja. Los tiempos y los ritmos a los que se enfrentan los profesores son muy absorbentes y hay saber convivir con el error, intentando mantener la curiosidad y las ganas de aprender pero siendo también conscientes de las limitaciones personales y de las limitaciones del sistema para evitar caer en la frustración. Además de una mejor formación inicial que equilibre la teoría y la práctica, es importante que el docente se replantee su papel hoy, que sepa que no está solo, que eduque en sentido humano, que sea autocrítico y que tenga muchas ganas de hacerlo bien.
Para finalizar, Jorge Úbeda compartió con los asistentes el informe Los maestros cuentan, centrándose en tres puntos:
- Las preocupaciones profesionales de profesores y maestros, con independencia del tipo de centro en el que trabajan y del nivel de enseñanza que imparten, son similares. Desde el punto de vista profesional, este hecho es esperanzador pues nos permite imaginar una base profesional común que unifique al colectivo docente.
- Existe cierta ambivalencia en torno a la colaboración profesional entre docentes. Hay un deseo de impulsar una evaluación entre iguales pero al mismo tiempo hay dificultades para visualizar cómo podría llevarse a cabo.
- La vocación y el deseo de dejar huella en los alumnos, de importancia capital para la mayor parte de los maestros, deberían nutrirse también de otros elementos profesionales y profesionalizadores que surjan del intercambio y del encuentro con otros profesores.