«Los profesores siempre están generando conocimiento educativo»

Vídeos, imágenes y crónica de la 2ª Jornada Pensadero

  • El 17 de noviembre un centenar de docentes nos reunimos con motivo de la 2ª Jornada Pensadero de maestros en la Institución Libre de Enseñanza para discutir y validar nuestras prácticas.

  • Marta Ferrero y Gregorio Luri nos acompañaron durante todo el día y compartieron sus reflexiones sobre el conocimiento educativo, las evidencias disponibles y la especificidad de la profesión docente.

  • También tuvimos oportunidad de conocer las últimas aportaciones de la neurología, la psicología y la política educativa de la mano de los investigadores Pablo Rubio, Juan Pedro Núñez y Jesús Manso.

Nunca nos cansaremos de decir que, en educación, no existen las recetas infalibles ni las pociones mágicas. La deliberación conjunta con nuestros compañeros, la reflexión sobre la propia práctica y la investigación son las mejores herramientas que tenemos los docentes para saber qué funciona y qué no funciona en la enseñanza. Por eso, hace unos meses, la Fundación Promaestro, con la Fundación SM y la Asociación Mejora tu Escuela Pública, nos lanzamos a organizar la 2ª Jornada Pensadero de maestros, en la que también han colaborado GIPES-UAM, Empieza por Educar, Cuadernos de Pedagogía y Smartick. La Jornada se celebró el pasado sábado 17 de noviembre en un escenario excepcional, la Institución Libre de Enseñanza, y ahora vamos a contarte todo lo que pasó…

Más allá de las buenas prácticas

A lo largo del día, profesores de varios colegios e institutos de la Comunidad de Madrid presentaron actividades y proyectos que habían puesto en marcha en sus centros durante el último curso escolar. Los participantes compartieron sus prácticas, debatieron sobre el impacto de las mismas y explicaron las herramientas de observación que habían utilizado para medir y valorar su eficacia. En total, se presentaron 12 prácticas educativas en 3 grupos de discusión.

En estos grupos de discusión se habló de aprendizaje basado en proyectos, de gamificación y de interdisciplinariedad, de educación en valores y de resolución de conflictos; se abordaron proyectos inter-centros y experiencias de co-docencia; se examinaron prácticas de Infantil, de Primaria, de Secundaria y de Educación Especial; se analizaron los resultados y el impacto; se consignaron éxitos… y también fracasos. Y ahí, en el hecho de compartir los fracasos, reside otra de las claves de la Jornada. En primer lugar, porque de los errores se aprende y es ingenuo pensar que solo las prácticas de éxito nos aportan un conocimiento válido. Y, en segundo lugar, porque es fundamental que maestros y profesores pierdan el miedo a contar a sus compañeros aquello que no les ha salido como esperaban.

 

No hay soluciones sencillas, aunque afortunadamente tenemos evidencias educativas

El filósofo y pedagogo Gregorio Luri ilustraba el temor así: “No hace mucho un profesor me hacía esta confesión: «si tú tienes un problema en el aula, tienes un problema; si lo comunicas tienes, como mínimo, dos problemas». Eso no puede ser. Cualquier maestro con un problema debería sentir que tanto la institución educativa como la dirección de su centro están ahí para ayudarlo, no para fiscalizarlo”. Tanto Luri como la psicóloga e investigadora Marta Ferrero, autora del blog ‘Si tú supieras…’, habían pasado el día con los asistentes, participando en los diversos talleres y grupos de trabajo, para poder entablar una conversación en el cierre del acto que respondiera directamente a los intereses y a las dudas de los que estábamos allí reunidos. Porque, y esto es importante, Marta y Gregorio no vinieron a la Jornada en calidad de “gurús” educativos, de esos que predican desde un púlpito la solución a todos los problemas, sino que asistieron como maestros que son, con sus certezas y sus dudas, con un vasto conocimiento de su materia y con una encomiable inquietud profesional –efectivamente, como esa gran mayoría de maestros y profesores que sostienen nuestro sistema educativo.

Tras agradecer la generosidad y honestidad con las que los participantes habían compartido su trabajo, Ferrero hizo hincapié en los procesos de validación de las prácticas y en las diferencias entre investigación científica e investigación docente: “La primera se puede generalizar, mientras que la que hacéis los docentes sirve para vuestro aula y para vuestro centro, y eso es muy importante, pero hay que tener mucho cuidado con su aplicación a otros contextos”. Luri, por su parte, afirmó que “los maestros y profesores siempre están generando conocimiento educativo… pero otra cosa es que sean conscientes de ello”.

En este sentido, cabe señalar que varias horas antes habíamos tenido la oportunidad de conocer de primera mano aportaciones académicas y teóricas en campos estrechamente vinculados a la docencia. Estos ‘Encuentros con la investigación educativa’ tenían por objeto conectar lo que se hace en las aulas con lo que se estudia y analiza en las universidades. Pablo Rubio, Doctor en Medicina y profesor en la Universidad Autónoma de Madrid, explicó los hitos más destacados del desarrollo cerebral entre los 3 y los 16 años, distanciándose de la terminología “neuro-educativa” en favor de conceptos neurológicos:

 

 

Juan Pedro Núñez, Doctor en Psicología y profesor en la Universidad Pontificia de Comillas, enumeró las evidencias que tenemos hoy sobre motivación y aprendizaje, dejando caer la idea de que, probablemente, debamos encontrar un hueco en la escuela y en la investigación para el aburrimiento, el cansancio y la frustración, sentimientos esenciales de la vida:

 

 

Jesús Manso, Doctor Europeo en Educación y profesor en la Universidad Autónoma de Madrid, desarrolló las claves de la política educativa, subrayando que la educación nunca es neutra y que los docentes son agentes políticos en sus aulas y en sus centros: “sin visión de utopía, sin compromiso, el proceso educativo desemboca en una espiral de esterilidad y descomposición”:

 

De la ‘demonización’ de los contenidos al abismo de la evaluación

Marta Ferrero y Gregorio Luri también tocaron otros temas de interés en su conversación. Ambos lamentaron la escasa presencia de los contenidos en el debate educativo. Para Gregorio, “el contenido ha dejado de ser un tema de reflexión y hay una sobreacentuación en metodologías”, mientras que Marta afirmó que la mejor manera de preparar a los alumnos para el futuro sigue siendo dotarles de un cuerpo de conocimientos sólidos: “me da mucha rabia que se estén ‘demonizando’ los contenidos; los conocimientos son necesarios y es importante que los sigamos transmitiendo a nuestros alumnos”.

 

 

Asimismo, los dos ponentes aportaron luz sobre un tema tan polémico y tan visible en los medios durante las últimas semanas como la evaluación del profesorado. “Es importante que los profesores se expongan a una evaluación –explicó Ferrero–, tanto por parte de compañeros como por parte de personas formadas en evaluación de la práctica docente. En nuestro país no tenemos esta cultura de la evaluación pero sinceramente creo que nos podría aportar mucho que alguien que sepa tanto o más que nosotros nos ayudase a saber qué hacemos bien y en qué podemos mejorar”. Al respecto, Gregorio Luri quiso apostillar: “Desde un punto de vista teórico todos estamos de acuerdo… pero nos faltan experiencias de éxito de evaluación del profesorado. De hecho, tenemos experiencias en las cuales la evaluación ha repercutido negativamente en la calidad del sistema como, por ejemplo, en Estados Unidos”. Para Luri, antes que establecer un sistema de evaluación, habría que resolver primero cómo se comparten las prácticas para que los docentes puedan aprender realmente de las experiencias ajenas.

 

Con optimismo y confianza en el futuro de la profesión

Y este, precisamente, era el objetivo de la Jornada Pensadero de maestros: que los profesores abriésemos las aulas a los compañeros, rompiendo el aislamiento en el que demasiadas veces nos desempeñamos, para poder generar verdadero conocimiento educativo. Como nos contaron los participantes, “desenclaustrar” las prácticas y transferir nuestras experiencias a otros colegas da valor al saber que hemos adquirido a lo largo de la vida profesional, hace que la tarea de enseñar sea más fácil y, sobre todo, nos permite ilusionarnos juntos.

Muchísimas gracias a tod@s l@s que os sumasteis a esta iniciativa y os ilusionasteis a nuestro lado. Con optimismo y confianza en el futuro de la profesión, nos toca ya pensar en la 3ª Jornada Pensadero de maestros…

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