El interés de nuestros alumnos por las asignaturas STEM, nos contó Digna Couso, no es especialmente problemático, pues lo que las investigaciones revelan es que a todos, chicos y chicas, «ninguna de estas asignaturas les gusta demasiado«. Pero, no obstante, sí hay un «enorme sesgo de género en los temas específicos de STEM«: los temas relativos a «velocidad», «fuerzas», «energía» y «reacciones químicas» les gustan mucho más a ellos, mientras que ellas prefieren los relacionados con la «salud». La ponente dejó claro que «si queremos equidad, cambiar el posicionamiento STEM es imprescindible«, especificando a su vez que las variables que influyen en este posicionamiento son tanto cognitivas como emocionales: la identidad, las aspiraciones, la capacidad, la percepción de auto-eficacia, etc.
Por otra parte, la identidad asociada a STEM es un hombre blanco, de clase media y extremadamente brillante; según Couso, «en clase deberíamos combatir, sobre todo, este último estereotipo, pues es muy perjudicial y alienante para todo el alumnado. Con todas las inseguridades de la adolescencia, nuestros alumnos no se consideran brillantes y, por tanto, acaban razonando que «esto no es para mí»«. Presentación en pdf | Vídeo de la ponencia: